domingo, 4 de octubre de 2009

Tu silencio lo dice todo


Realmente, el ser humano es una caja de sorpresas. Decir que dos personas son iguales es mentir. ¡Vamos! Ni siquiera los gemelos lo son. Aunque en apariencia tengan las mismas facciones, internamente son personas casi opuestas. Son las diferencias humanas las que me llaman la atención en esta oportunidad.
Decir entonces que todos somos diferentes nos hace a todos iguales. La igualdad está en la diferencia. Por ello, cuando una persona quiere decirte algo, muy pocas veces lo dice de frente sino más bien busca "darle la vuelta". Por ejemplo, si alguien quiere decir "Quiero irme" expresaría algo como esto: "¿Qué hora es ya?".
La persona no dice las cosas de forma directa. Puede que sea el mismo miedo al qué dirán, o más bien para buscar un apoyo psicológico de otra cosa.
Cuando la persona se convierte en observador de la conducta humana, se puede identificar qué quiere una persona decir realmente, no importa las palabras que utilice. Se aprende a identificar qué elemento de turno ha tomado posesión del cuerpo para expresarse.
Si quieres saber algo de alguien, no le preguntes. La propia persona te lo dirá. Si alguien tiene un secreto, no le preguntes por él, únicamente limítate a girar alrededor del tema y el que lo posea no podrá aguantarlo más y lo soltará. Es la técnica que uso casi a diario.