viernes, 26 de marzo de 2010

Las pequeñas cosas de la vida


Mucha gente en esta sociedad actual únicamente le presta atención a las cosas importantes (creo incluirme en ello). Tal vez la persona sea muy celosa con sus amistades y no permita que nadie se acerque a su “círculo”. Las cosas importantes realmente destacan en nuestra vida.

La persona tal vez quiera un gran auto, una enorme casa. Un impresionante equipo de sonidos o bien un flamante TV de Plasma (nada de CRT) de muchas pulgadas. Grandes sueldos, grandes parejas, grandes hijos. Grandes cuentas de bancos. Todos quieren ser grandes, nadie quiere estar “detrás” de otros.

Se quiere que los méritos sean grandes, que los premios sean grandes, grandes oportunidades, grandes recompensas. Nadie quiere lo pequeño. He allí el problema. Cuando un niño nace, el padre o la madre no es capaz de ver al niño en ese estado: pequeño. Es común escuchar: “El será… Cuando sea grande… Cuando esté mayor…”

No saben ver las cosas como son, como vienen. Todo es como es, ni mayor ni menor. Eso es lo que muchos no entienden. Al olvidar los detalles olvidan realmente lo que compone la vida. Esas pequeñas cosas le dan el gusto y el matiz a la vida real. De hecho, por las “pequeñas cosas” conoces realmente a la gente…

Sin embargo, hace un par de días esa manera de ver la vida me trajo muchas reflexiones. Pasaba frente a una funeraria (todos los días, de hecho, debo pasar frente a ella). Ese día el carro fúnebre estaba en la puerta, esperando. Muchas personas le acompañaban. Justamente me toca pasar cuando van sacando al “protagonista” del evento: Una urna blanca, de no más de un metro de tamaño.

Esa visión me impactó. Decidir no ver a las personas y empecé a acelerar el paso: no quería percibir nada de esa gente (es una de mis facultades – defectos).

Mientras tanto, reflexionaba: Ojalá esa “pequeña cosa de la vida” se hubiese retirado “más grande”.

lunes, 8 de marzo de 2010

¿Qué pasaría si muriera?

¿Qué pasaría si muriera mañana?
Seguiría hoy levantándome tarde, tomando una taza de café y saliendo a la hora al trabajo.
Tal vez me molestaría con mi hija, con mis gatos o con el perro de la casa.
Esquivaría a un conocido en la calle para no saludarle.
Me quejaría del calor, de la gente, del ruido, de la inconciencia.
Perdería horas frente al televisor, ganaría instantes ayudando a otro.
Abrazaría y besaría a mi esposa y mi hija al llegar a casa, luego de extrañarles todo el día.
Me acostaría tarde haciendo cualquier cosa en mi computadora o Internet, dejando para después algún trabajo pendiente.

¿Qué pasaría si muriera hoy?
Tal vez esté en el lugar equivocado en el peor momento.
Sentiría un fuerte dolor que nuble mis sentidos, o ruidos que no salgan de ningún lado.
Desearía hablar, comunicar algo sin poder hacerlo.
Lamentaría no tener a un lado a ciertas personas, agradecería no tener cerca de otra.
Dejaría poco a poco de sentir mis manos, dejar de oler, dejar de escuchar.
Todo serían suaves susurros. Todo sería más oscuro.
La paz sería una bendición en ese momento.

¿Qué pasaría si hubiese muerto ayer?
Mucha gente que no conozco estaría alrededor. Los amigos estarían cerca y los enemigos rondando.
Llantos, lágrimas y suspiros se escucharían. Risas en otros lados serían reprimidas.
Puede que me pregunte en ese momento quién ha muerto.
Tal vez algunos me digan cosas que nunca se atrevieron a decirme.
Tal vez otros me pidan perdón porque no se atrevieron a hacerlo antes.
Mientras tanto, acerquen un cuerpo al fuego en medio del silencio.

¿Qué pasaría si hubiese muerto la semana pasada?
Evitarían hablar de mí. Tal vez mis cosas sean repartidas
Los amigos dispersados y los familiares trabajando.
La gente iría a fiestas y otro ocuparía mi puesto.
Los niños jugando, los gatos maullando y el perro saltando.
Todo normal, como siempre ha sido.

¿Qué pasaría si hubiese muerto el año pasado?
La vida seguiría. Algunos naciendo y otro muriendo.
Pero en medio del frío un golpe me haga reaccionar.
Abriendo los ojos, muy lento y con miedo,
vería el mundo al revés, gente vestida del mismo modo
Descubriendo sonrisas detrás de sus bocas cubiertas…